"Got myself a crying, talking, sleeping, walking, living doll..." (Cliff Richard, Living Doll)

Las muñecas representan en el juego de una niña, la proyeccion de la maternidad. Yo nunca me senti comoda jugando con muñecas, es como si la maternidad no viniera en mi ADN, o en lugar de proteger, preferi que me protegieran, y por ende, la muñeca ser yo. Tuve muchas muñecas pero poco jugue con ellas, salvo con una pepona que me caia en gracia porque por sus largas extremidades era como yo...ademas era de trapo, no necesitaba mayores cuidados. Es distinto el caso las muñecas Barbie, que son la proyeccion personal de cada niña orientada a niñas mas grandes, este tipo de muñeca glamorosa e independiente, se ajustaba mas a mis sueños sobre el futuro.
El recuerdo de infancia que siempre tendre presente es el de las largas horas que pasaba mi madre peinando cuidadosamente mi larga cabellera rizada, llenandola con muchas trenzas encintadas...y en contraposicion, mi hermano mayor persiguiendome para desarmar tan meticuloso peinado, escarmenar mi cabellera y tomarme fotografias instantaneas donde siempre aparecia despeinada y con los ojos llenos de lagrimas...era su forma de hacerme rabiar, desbaratando mi imagen. Quizas mi madre se aburria mucho, en una epoca de recesion economica donde no encontraba trabajo, y se entretuvo jugando a las muñecas: despues de tener dos hijos varones, la tercera hija de contextura mucho mas pequeña, tez palida, enormes ojos azul verdosos y largos rizos, era una novedad mas bien parecida a una muñeca...dicho papel a mi no me molestaba en lo absoluto, yo misma elegia los colores de cintas para mis trenzas...cuando habia mas tiempo, eran trenzas mucho mas pequeñas decoradas con cuentas de colores, por lo general elegia rosa, lila y magenta...al igual que mis vestidos llenos de cintas y volantes que siempre lucia impecable; Tambien me encantaban los sombreros y los abrigos...asi es como yo recuerdo haber lucido de niña, siempre de la mano de mi mama de aeropuerto en aeropuerto siguiendo a mi padre por su trabajo. Toda una muñeca interactiva que podia hablar en ingles o español segun el lugar donde nos encontrabamos...una malcriada que si no lograba ser el centro de atencion, se ponia a llorar a gritos; Una exclusiva pieza de coleccion hecha en bisque y resina a la cual por desgracia, hubo que ponerle unos toscos anteojos porque sus bellos ojitos de vidrio venian fallados de fabricacion y por esto seria devaluada.
De ser una clasica y delicada pieza de coleccion, pase a soñar con ser como Barbie cuando cumpli 8 años...las veia en los aparadores de "Toy 'R Uss" en EEUU...tan bellas, glamorosas y llenas de detallitos que eran un sueño...stilettos de colores, carteras a tono, joyas diminutas a escala y vestidos hermosos...estas muñecas tenian profesion, una bella casa, auto, independencia, mucho estilo...y un guapo novio que la sacaba a pasear; hasta la ropa para el gimnasio y el pijama eran glamorosos. Todo les quedaba bien...no sacrificaban su vida como amas de casa ni madres. Estas muñecas eran carisimas, yo las miraba atonita, aun recuerdo lo feliz que fui cuando me regalaron la primera: "Peaches and Cream", fue en la navidad de 1987, tenia joyas y un vestido de gala en gasa bellisimo. Luego coleccione mas, y siempre fui cuidadosa...en mi adolescencia me las robaron de donde las habia guardado, lo que me puso muy triste. Aun aplaudo a Mattel por cambiar el papel de la mujer en la sociedad, de simplemente ser madre y ama de casa, a ser parte del mundo laboral, ademas de dar un toque de belleza y glamour al mundo. Las mujeres nacimos para ser veneradas, no pisoteadas por un hombre. Lamentablemente nunca llegue a ser una Barbie, mi fisonomia fisica no me acompaño en eso ya que nunca logre tener cintura por mas que llegue a estar en los huesos tratando de lograrlo, mi busto siempre fue pequeño y mi nariz comenzo a hacerse cada vez mas prominente...lo unico cercano a Barbie que tengo, son mis largas piernas en desproporcion con mi tronco corto, que en el caso de ella es irreal, porque Barbie tiene cintura.
Debo reconocer que el no ser perfecta fisicamente, como una muñeca, afecto a mi ego. Si, probablemente me parezco a una muñeca: la pepona de trapo, cuyo tronco es rectangular y corto, en desproporcion con sus largas piernas y brazos...y lo que es peor, durante 6 años me deje tratar como muñeca de trapo por un hombre, en lugar de la delicada muñeca de bisque y resina que tanto cuido mi madre, o la glamorosa Barbie que siempre soñe ser. El problema con las muñecas es que son objetos, por mas que sus fabricantes se empeñen en darles apariencia humana...y una mujer...no puede ni debe ser objeto.