sábado, 6 de septiembre de 2008

“Why there are heartaches…why there are tears…and what to do to stop feeling blue when love disappears” (Boy George, The Crying game)


Acompañe a mi amigo a un control post-operatorio con su cirujano plastico. Afortunadamente su recuperación ha sido excelente, asi mismo como los resultados de la exitosa cirugía; mientras esperábamos, escuchamos un llanto desgarrador resonar en los pasillos de la clínica, no pude evitar preguntarme: Por que lloramos?. Por la naturaleza del lugar en que nos encontrábamos fácilmente podría haber sido una muerte, pero pensándolo bien, no; era la sección cirugía plástica, todos ahí están optimistas de verse bien, seria muy raro que algo ahí saliera mal.
No es correcto escuchar conversaciones ajenas, pero en este caso era demasiado evidente todo cuando la victima de las lagrimas tomo su celular: “Ha pasado solo un dia pero para mi ha sido eterno”; “Tanto tiempo y no puedo creer que todo haya acabado asi de un dia para el otro”; “Si…tengo la ilusión de que recapacite”. A esas alturas, la situación ya era evidente…pobrecilla ilusa!, otra mas que le creyo a un hombre que la amaría para toda la vida, ese parlamento me era tan familiar, que espero no tener que decirlo por segunda vez. Comence a pensar en las lagrimas y el porque exactamente lloramos a lo largo de nuestra vida; esa horrible sensación que hace que se apriete el pecho, se entrecorte la respiración, e irriten los ojos y broten las lagrimas que no podemos controlar…y lo peor aun, cuando uno es dominado por los sollozos.
Nunca fui una mujer muy maternal, cuando mis sobrinos eran bebitos y lloraban a cada rato, simplemente me desesperaba, hasta me irritaba pensar que desperdiciaban lagrimas porque que si. Empece a hacer memoria de ese horrible sentimiento que lo vence a uno haciéndolo presa de las lagrimas, pero ya a lo largo de nuestras vidas: De niña llore cuando me cai de la bicicleta, cuando tropecé en patines, cuando otros niños se reian de mi en el colegio por mis anteojos y mi extrema delgadez, cuando me ataco el pastor alemán que teníamos en casa…en fin, mas que por dolor, las lagrimas salen por frustración, por sentirse impotente; claro, también llore sin control cuando murió mi abuela, cuando me traiciono una amiga, cuando renuncie al amor de mi vida para que fuera feliz, cuando me asaltaron con una brutal golpiza y me quitaron mi colección exclusiva de discos, cuando atropellaron a mi gatita y obviamente cuando me dejo mi pareja…ahí a la frustración se suma el sentimiento de perdida; aunque quizás…el sentimiento siempre es perdida, ya que si lo pensamos bien, la frustración es una perdida también de fe en si mismo. La perdida que nuestro cuerpo manifiesta con una fuga de liquido salado a través de nuestros ojos. Mi amigo me pregunto entonces: Y porque lloramos con las escenas tristes en el cine?...es porque nos reviven una perdida personal…lo mismo que con las canciones con armonias tristes (acordes menores y disminuidos, técnicamente hablando).
A los actores, se nos hace escarbar en nuestros recuerdos para sacar lagrimas de verdad, es lo que se le llama “Memoria Emotiva” según Stanislovsky…un recurso muy cruel, por cierto, si uno no logra dominarlo. He visto a personas llorar de felicidad, novias saliendo del altar, madres orgullosas, estudiantes mientras reciben triunfantes su titulo…esas lagrimas las desconozco personalmente. Muero por poder alguna vez sentir el deseo de llorar de felicidad…por otra parte, quisiera no llorar nunca mas por una perdida, cosa dificil ya que al parecer, la vida de una mujer sola esta llena de frustraciones...y las perdidas parecen cobrar mayor magnitud.